lunes, 17 de noviembre de 2014

Héctor Gamarra: El locutor que ve con su voz

Héctor Gamarra: El locutor que ve con su voz

OTTO MEDINA MONTERROSA, ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL.

Publicado en El Universal el domingo, 03 de febrero de 2008


A Héctor Gamarra Olivares lo escuchan los santarroseros todos los días del año, desde las primeras horas de la mañana en los 101.1 de Santa Rosa Stereo, la emisora del pueblo.

Es muy creativo, diestro, recursivo y elocuente al presentar los temas musicales y las pautas comerciales.

En su mente guarda —según él— más de mil nombres de habitantes de todos los sectores del pueblo quienes hacen parte de su reporte de sintonía diaria. 

A sus oyentes les es familiar escucharlo nombrar fluidamente a Gertrudis Pinto, María Vivanco, Osiris Castro, Jamer Robles, Pedro Torres, Alí Padilla, Leonela Rebolledo, Santiago Torreglosa, Hortensia Padilla, Teresa del Rosario Cárdenas, Osiris García, Carlos Marrugo, “La Monita” Carrasquilla, todos ellos habitantes del barrio Sagrado Corazón de Jesús. 

A quienes se les muere un familiar —como señal de duelo y por respeto a su dolor— los deja de nombrar por varios días. 

En sus más de 25 años en los medios de comunicación, le ha tocado hacer perifoneo, ser jefe de debate de campañas electorales, animador de eventos públicos, asesor de imagen de políticos, corresponsal para noticieros y magazines de las emisoras de Cartagena. Al comienzo de su carrera, fue corresponsal del periódico El Universal, de Cartagena, a pesar de su ceguera.

Es el primero de nueve hermanos del matrimonio compuesto por Laureano Gamarra Baena y Nidia Esther Olivares Hernández, quienes hicieron su mejor esfuerzo para que él estudiara, pero sólo pudo hasta quinto grado de primaria porque los primeros síntomas de una infección óptica aparecieron para truncar sus aspiraciones.

“Empecé a perder la vista desde que tenía algo mas de diez años —sostiene sin amargura y con mucho humor.— Tuve la ilusión de ser abogado o periodista, aunque la radio para mí lo es todo. Duermo todas las noches con un radio prendido, pero, además, tengo otro de baterías para cuando se va la luz”. 

Comenta que siempre ha admirado al periodista Juan Gossaín, quien se convirtió desde hace muchos años en su profesor. Gossaín es su ejemplo. Por eso lo escucha desde las primeras horas del día, cuando tiene que salir a guerrear para sostener la emisora, sus tres hijos y su hogar; y en los ratos libres, hasta que el periodista desaparece de la programación diaria de la cadena radial RCN. 

Héctor es uno de los personajes más queridos del pueblo. Dicen los amigos que algunos alcaldes han tenido el cariño de la gente, pero al poco tiempo el mismo pueblo se encarga de señalarlos y tirarlos al cuarto de San Alejo, porque no cumplen con las expectativas o por cualquier amarre burocrático que no les simpatiza a sus seguidores. Héctor Gamarra, en cambio, ha tenido una aceptación ascendente, popularidad y cariño en la comunidad santarrosera. Todos los días gana en sintonía radial. 

Cuando Héctor está en la emisora, en el pueblo cuesta trabajo escuchar un radio sintonizado en las frecuencias de Olímpica, Tropicana, La Reina o Rumba, las emisoras stereo de Cartagena, que, por lo general, son dueñas de la sintonía en cada uno de los pueblos del departamento de Bolívar. Cuando Héctor está al aire en “Santa Rosa Stereo”, el rating de las emisoras de Cartagena desciende a cero. Las calles del pueblo, son un solo radio. Héctor es el dueño de la sintonía. 

SUS INICIOS 
“Estoy en la radio por iniciativa de Teresa Correa Martínez. Fue ella quien me motivó para que me metiera en esto, que es mi vida. Desde entonces he estado con muchos periodistas de trayectoria reconocida en casi todas las emisoras de Cartagena; en “La voz de las estrellas”, “Radio bahía”, “La voz de Las Antillas”, “Radio Vigía”, “Colmundo Radio”, “Radio príncipe”, “Radio Esperanza”, “Emisoras Fuentes” y “Radio Bucanero”. En la mayoría de ellas, acompañando a Luís de Ávila. Pero también he tenido la oportunidad de estar con Rafael Puello Montero, Carlos Carrillo López y Dagoberto Coneo López, entre los que recuerdo”. 

“Muchos de los que me escuchan no saben que tengo limitaciones visuales. Ello se debe a que, a pesar de ser ciego, tengo facilidad para redactar mentalmente la información, conservando los lineamientos periodísticos. Por eso no detectan mi discapacidad”, manifiesta con orgullo y ganas de impresionar.

Esta habilidad no sólo se debe a su destreza en los medios, ya que “el Centro de Capacitación a Líderes Populares” estuvo en esta localidad adelantando unos seminarios- talleres, en los que Héctor tuvo la posibilidad de capacitarse. 

“En estos talleres —nos cuenta— comenzó la idea de la ley de las emisoras comunitarias, a raíz de un programa que él se inventó a través de los altavoces de la iglesia, medio que enlazaba con la emisora de Cartagena cuando hacia los informes”

“Ellos vieron la forma como yo trataba de masificar la información y les gustó mucho ese detalle. Años después aparecieron las emisoras comunitarias y le concedieron a Santa Rosa la suya por derecho propio”. 

EL AMOR POR SU TIERRA
Santa Rosa es un municipio de más de dieciséis mil habitantes, a unos diez kilómetros de Cartagena, en el carreteable que conduce a Villanueva, San Estanislao de Kostka y Soplaviento, los municipios que conforman La Línea.

Su desarrollo se ha dado gracias al empuje de su gente, que a pesar de estar muy cerca de la capital de Bolívar, el apoyo departamental no sólo es invisible para Héctor Gamarra Olivares, sino que el resto de la población no ha visto una obra financiada por el departamento en años. Aun así, Héctor se siente orgulloso de su pueblo.

“Nací en Santa Rosa el 23 de octubre de 1964. Aquí hice la primaria en la ‘Institución Técnico Agropecuaria Nuestra Señora del Carmen’. Aquí tengo mi hogar, tres hijos que quiero mucho y he podido trabajar en muchas actividades, todas ellas relacionadas con la comunicación. Excepto la época en que gracias a la idea del Dr. Prudencio Machacón Escamilla fui electo como concejal. Allí me mantuve nueve años”.

La gente lo describe como un luchador incansable. Cuando le ofrecieron la posibilidad de aspirar al Concejo de Santa Rosa, no lo pensó dos veces y se apresuró a adelantar la campaña política que lo llevó a sacar la mejor votación en las elecciones de 1991 y a ser reelegido dos veces más como concejal. 

“Yo fui un concejal de respeto, no como algunos concejales machuchos que hay en el actual Concejo”, apunta con vehemencia. Y así lo confirman comentarios como los de Eduard Torreglosa Castellanos: 

“Conozco a Héctor desde hace más de treinta años. Es un tipo que se ha dado a querer, la comunidad lo estima bastante. Hicimos política juntos y defendíamos a la comunidad, como el papá defendiendo a su hijo”.

Sus gafas oscuras le dan la apariencia de un piropeador profesional, de esos que se quedan viendo el infinito, esperando el paso de una morena contorneada de su pueblo para dejarle caer la magia de su voz fuerte. Pero no, Héctor usa gafas para darle otra apariencia a su condición de invidente, tal vez para no llamar tanto la atención cuando “mira” a la gente y su mirada se pierde en el vacío. Usa gafas porque a pesar de ser ciego, todavía conserva en su ego un rezago de hombre afrocaribe que quiere impresionar con su pinta. Usa gafas porque lo hacen ver mejor.

Pero su vida no ha sido fácil. Además de su afición por el periodismo y la locución, se ha desempeñado en diferentes actividades: siendo muy joven se ocupaba de ordeñar en la finca de su mamá, pero también se le medía a desmontar potreros. Quizás esa misma situación lo obligó a irse a donde una tía anhelando otras posibilidades.

“En alguna ocasión —afirma Héctor— hace muchos años fui a Luruaco a visitar a mi tía Clelia Olivares Hernández. Allí me salió trabajo por varios meses como ayudante de albañilería. Posteriormente, mi tía se mudó para El Copey (Cesar) y resolví acompañarla. Allá conseguí trabajo nuevamente en la misma actividad que venía desempeñando en Luruaco”.

A lo largo de la conversación se mostraba un Héctor luchador y decidido, a pesar de su impedimento. Un hombre que busca por su cuenta no quedarse relegado en la información, un hombre que va hurgando por la vida y su experiencia lo convierte —a su manera— en un triunfador, en un fuerte crítico de la vida misma.

“Álvaro Uribe es el presidente que Colombia necesitaba. Con él hemos conseguido muchas cosas. Por eso hoy creo que el intercambio humanitario también se va a dar”, manifiesta.

En dos ocasiones estuvimos en la emisora para hablar con Héctor de su vida, su paso por las emisoras de Cartagena, y lo que pensaba de la realidad de su municipio. Durante ese tiempo quedamos casi al tanto de lo que acontece en Santa Rosa, pero también nos dejó ver un profundo agradecimiento hacia el ex alcalde Carmelo Guzmán, quien en su campaña a la Alcaldía en el 2000, le ofreció —si llegaba al primer cargo del municipio— diligenciar la emisora. Inmediatamente que fue elegido, le cumplió el sueño de tener su frecuencia.